EDITORIAL:N14

            En abril de 1996 cesó la edición de ESPEJO, y siempre quisimos retomar aquella conversación. En tanto, fuimos construyendo SIGLA con todas las minorías sexuales.

Quisimos a SIGLA plural, grande, con socios y sede propia, ocupándose de la salud mental y física, del bienestar de la juventud, luchando contra la soledad, el dolor síquico y ese riesgo cotidiano de ser gay o transgénero nacido varón que se llama VIH, proclamando que ser gay, lesbiana o transgénero no es ni mérito ni defecto, sino un rasgo humano del que nos enorgullecemos sin soberbia.

            Construimos SIGLA para integrarnos a la sociedad general. Ni lo que sufrimos es irremediable ni la rabia y la confrontación descarada son las únicas respuestas. Integrarnos es aprender que la diferencia entre nosotros es valiosa, y enseñarles a los demás a estimarla.  Quien no quiera hacerlo, que no lo haga.

            Nuestra arma es una alianza de tres entes distintos. la FUNDACION CEDOSEX, que trabaja para que nuestros logros tengan permanencia. El convenio CEDOSEX-SIGLA retuvo contra viento y marea el programa de radio, que ahora se emite tanto en el centro de Buenos Aires como en Quilmes. La Asociación Docentes de Enseñanza Media, ADEMYS, trabaja para maestros y profesores: nuestra alianza con ellos nos permitió traer docentes a SIGLA para mostrarles qué podían aprender de nosotros. El convenio CEDOSEX-ADEMYS  tiene más de mil egresados de sus cursos de prevención de SIDA, y ahora enseña ciudadanía, prevención de drogadicción  y educación para la paz. El triple convenio SIGLA-ADEMYS-CEDOSEX cristalizó en un libro de texto, SIDA, LOS HECHOS, LA ESPERANZA , que es nuestro regalo a la Argentina.

Cuando correspondió, exigimos; pero no perdimos capacidad de  diálogo.  Al abrigo de esta democracia adolescente que tanto nos cuesta consolidar vimos nacer, crecer y multiplicarse asociaciones  de minorías vocingleras, cada una más extrema que otra. Las vimos hundirse en un marasmo de acusaciones mutuas. Nosotros, en tanto, dimos vuelta el fallo de la Corte Suprema en 1990, y hoy SIGLA y CEDOSEX no sólo tienen personería jurídica sino que son Entidades de Bien Público.

            Cuando SIGLA era un puñado de gente disímil reunida en la sala de Alfredo Manes recibimos un subsidio de AmFAR, la entidad presidida por Elizabeth Taylor. Con él creamos el Proyecto SINSIDA, que sigue distribuyendo preservativos, folletería y posters,  dando talleres de sexo seguro y ayudando a seropositivos. Abrimos las puertas a los jóvenes y adolescentes, para que no crezcan en soledad, como nos pasó a nosotros, y terminen agrediendo y agrediéndose. Los varones homosexuales somos el único grupo afectado que a mayor educación responde con mayor infección. ¡Qué poco nos queremos! ¡Y cuánto agradecemos a las lesbianas, que aunque están libres del VIH nos ayudan para no ver enfermarse y morir a sus amigos!

            Eduardo y yo abrimos la lucha por los derechos de pareja del mismo sexo, logrando el beneficio de Obra Social.  Para que nuestros mayores tuvieran pensión de vejez, demandaremos al Estado. Elogiamos a quienes abrieron camino, de José Luis Delfino a Nelly Málaga, de Juan José Sebreli a Zelmar Acevedo. 

Mi orgullo personal es que voy viendo renacer en SIGLA los ideales de la antigua Comunidad Homosexual Argentina. La prueba está ahora en tus manos, amigo y amiga.

 

                                                                                                                  Rafael Freda.