En los tiempos donde se va imponiendo la visibilización de la mujer con el uso cada vez más frecuente del “todos y todas” parecería una obviedad, sin mayores sofisticaciones, que frente a la presencia de una persona transexual, lo correcto es usar él cuando hay identidad masculina y ella cuando la misma es femenina.

 

Por lo tanto la auto- nominación es el indicador que deben tomar en cuenta las terceras personas ( independientemente de cualquier expresión o performance de género).

Agregaríamos que como premisa básica cada transexual “es lo que dice que es”.

Hasta aquí parece tratarse de una cuestión de respeto y saludable convivencia.

Pero algo tan simple como el uso de un pronombre masculino o femenino, debe ser visto como causal de violación a los derechos humanos.

Si hay desconocimiento y/o confusión, hay necesidad de educar.

Si hay mala fe o  negación al reconocimiento de una realidad o identidad, hay necesidad de denunciar.

Tras sendos casamientos que involucraban a transexual y travesti de identidad femenina, se referían  a ellas como si fueran varones: “Dos nuevas bodas homosexuales tuvieron lugar en el país. Pero la particularidad fue que una tuvo como protagonista a un travesti y la otra a un transexual. El travesti es Rodolfo Humano que se caso con Juan Carlos Lizarraga. La pareja convive desde hace una década. En Santiago del Estero, en tanto, el transexual Gabriel Formini, un empleado de almacén de 52 años conocido como Gaby, se caso con Francisco Alsina, peluquero de 54”.

Sin duda indignante, vejatorio, humillante. El lenguaje (escrito u oral) queda develado como lo que es; más que como un simple medio de comunicación, un soporte de las relaciones de poder.

Con las palabras no solo hablamos, también hacemos cosas. El uso incorrecto de un pronombre conlleva irreconocimiento, discriminación, exclusión, hostigamiento, persecución. Las personas transexuales sufren violaciones constantes en sus derechos

humanos sobre la base de su identidad de género.

Los medios de comunicación deberían cumplir una función educativa. Es necesario que sean instruidos, educados, sensibilizados y capacitados en esta temática. Previamente se deberán incapacitar de prejuicios muy arraigados.

La organización y discurso construido por las personas transexuales acelerará los tiempos.